Seremos los herederos de la belleza
como guardianes del suspiro último antes del sueño
en un choque de cuerpos llegará el final
de los mundos putrefactos que lanzan llamas
guerreros de las cicatrices en escena
tardes de vientos que no me dejan ver
malabares por sonrisas amargas
mientras siempre esperarás para cruzar la calle
hasta que llegue el momento de mi espada
ante el río deberíamos arrodillarnos
recordando palabras azotadas en edificios viejos
miedo de quemarme en tu sonrisa mientras escarbaba en tu llanto
ya no siento frío bajo el techo
abro mis manos para que corra el aire 
tiemblo, el miedo se presenta ferozmente ante la libertad.